Todo mundo está hablando del día del amor. Yo soy bastante neutral en ese rubro, tirándole más bien a grinch de San Valentín. He festejado muy pocas veces y en realidad no me interesa. Pero este año el amor ha llegado por otro lado: Pompo, mi perro. Y no hay amor más limpio, honesto y agradecido que el de un perrito rescatado de la calle. Llegó sin avisar. Quizá nos tocaba coincidir. A principios de año apareció afuera de la casa, todo flaco, mugroso, con pedacitos de su piel lastimada, con garrapatas... poco a poco ha ido poniéndose cada vez más sano y lo vamos queriendo más y más. Él no se cansa tampoco de que lo acariciemos de recibir amor. Sé que es un post todo revuelto y sin mucho sentido, pero lo que quiero decir es que el amor está en todos lados, y se puede sentir de muchas maneras, y, aunque también siento mucho amor por otras personas y mi bien amado me acompaña, el amor que siento por Pompo no tiene comparación.
Ah, el Pompo es la neta, un corazón peludo y lametón... Abrazote :)
ResponderEliminarEs verdad! El amor está en todas partes! No en el sentido convencional que siempre venden las empresas para obtener regalías el día de San Valentín.
ResponderEliminarQué hermoso perrito! Estará agradecido contigo de por vida. Es un gesto hermoso rescatar un perro de la calle y darle un hogar y una familia.
Les deseo lo mejor.
Muchos saludos!
Me ha encantado este post, el amor se puede expresar de muchas maneras. Pompo es precioso.
ResponderEliminarGracias por tu comentario en mi blog.
Bss.
http://melancora.blogspot.com
Qué lindos todos :)
ResponderEliminarPompo agradece sus comentarios y les manda un lametón!