el que busca encuentra

jueves, 27 de enero de 2011

La utopía está en el horizonte.
Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos.
Camino diez pasos y el horizonte se desplaza
diez pasos mas allá.
¿Para que sirve la utopía?
Para eso sirve. Para caminar.
  Eduardo Galeano

miércoles, 26 de enero de 2011

El otoño del patriarca

Desde hace dos o tres años, mi abuelo ha empezado a deteriorarse. Tiene actualmente 93, así que no se le puede pedir demasiado a la vida, pero hasta hace muy poco, seguía siendo aquel hombre fuerte y recio de mi infancia. 

Mi abuelo tuvo una vida difícil, fue el mayor de 10 hermanos, sólo estuvo en la escuela para aprender a leer y a hacer cuentas porque tenía que trabajar y ayudar a mantener a los que seguían. Antes de su nacimiento, sus papás habían tenido otro hijo, pero murió siendo un bebé. Curiosamente a mi abuelo le pusieron Mariano, como su abuelo, pero también como ese hijo muerto. Las cartas del destino ya estaban echadas. Cuando era adolescente ocurrió un accidente terrible: sus amigos y él jugaban con un rifle y se disparó. Mató a uno de ellos. Él se paralizó de la angustia y no corrió como los otros. Después de eso, nunca volvió a ser el mismo. Tuvieron -toda la familia- que irse del pueblo porque la angustia y la culpa era insoportable. 

Se casó, tuvo hijos. Digamos que tuvo una vida "normal". Pero el fantasma del secreto aquél siempre lo acompañó. Siempre fue desconfiado, suspicaz, poco sociable, incluso un poco sombrío...

Y es ahora, cuando su estructura se está debilitando por la senilidad que reaparecen todas las angustias personificadas en delirios donde hay personas que lo quieren lastimar, que le quieren quitar sus tierras, todo esto junto a una necesidad imperiosa de regresar a su pueblo. 

Es triste. Es triste ver cómo el hombre de hierro que tanto quise y tanto temí ya no está. Él ya se fue desde hace mucho. En su lugar queda una especie de José Arcadio Buendia  al cual tenemos que amarrar a un árbol porque no se puede controlar de otra manera...

"... Cuando estaba solo, José Arcadio Buendía se consolaba con el sueño de los cuartos infinitos. Soñaba que se levantaba de la cama, abría la puerta y entraba a otro cuarto igual, con la misma cama de hierro forjado, el mismo sillón de mimbre y el mismo cuadrito de la Virgen de los Remedios en la pared del fondo. De ese cuarto pasaba a otro exactamente igual, cuya puerta abría para pasar a otro exactamente igual, y luego a otro exactamente igual, hasta el infinito. Le gustaba irse de cuarto en cuarto como en una galería de espejos paralelos, hasta que Prudencio Aguilar le tocaba el hombro. Entonces regresaba de cuarto en cuarto, despertando hacia atás, recorriendo el camino inverso, y encontraba a Prudencio Aguilar en el cuarto de la realidad. Pero una noche, dos semanas después de que lo llevaron a la cama, Prudencio Aguilar le tocó el hombro en un cuarto intermedio, y él se quedó allí para siempre, creyendo que era el cuarto real. A la mañana siguiente Úrsula le llevaba el desayuno cuando vio acercarse un hombre por el corredor. Era pequeño y macizo, con un traje de paño negro y un sombrero también negro, enorme, hundido hasta los ojos taciturnos. "Dios mío", pensó Úrsula. "Hubiera jurado que era Melquíades". Era Cataure, el hermano de Visitación, que había abandonado la casa huyendo de la peste del insomnio, y de quien nunca se volvió a tener noticia. Visitación le preguntó por qué había vuelto, y él le contestó en su lengua solemne:
-He venido al sepelio del rey.
 
Entonces entraron al cuarto de José Arcadio Buendía, lo sacudieron con todas sus fuerzas, le gritaron al oído, le pusieron un espejo frente a las fosas nasales, pero no pudieron despertarlo. Poco después, cuando el carpintero le tomaba las medidas para el ataúd, vieron a través de la ventana que estaba cayendo una llovizna de minúsculas flores amarillas. Cayeron toda la noche sobre el pueblo en una tormenta silenciosa, y cubrieron los techos y atascaron las puertas, y sofocaron a los animales que durmieron a la intemperie. Tantas flores cayeron del cielo, que las calles amanecieron tapizadas de una colcha compacta, y tuvieron que despejarlas con palas y rastrillos para que pudiera pasar el entierro".

martes, 25 de enero de 2011

“Quiero que al mirar atrás pueda decir que he estado vivo, que no le di la espalda a la vida, que lo he intentado. Que he sido feliz.”

lunes, 24 de enero de 2011

De nueva cuenta, sorteo

Dentro de mis múltiples contradicciones (que no incongruencias) además de pasarme el día metida en las profundidades de los conflictos inconscientes de los otros -y viviendo de ello- disfruto mucho de los blogs de moda, maquillaje y esas cosillas histéricas. Bueno, pues hay un nuevo concurso donde dan muchos chunches de belleza y quisiera ganármelos, porque ¿a quien no le gusta recibir cosas gratis? la regla es publicarlo en el blog de uno y aquí está.

Esta es la página de donde viene el concurso: The glow makeup :)

Ojalá que esta vez tenga mejor suerte!!!

jueves, 20 de enero de 2011

Es presunción, no comentario

Este fin de semana andaré en el D.F. ¿La razón? Mi amorcito presenta su cuarto libro y claro que iré al chisme!!! Si alguno de mis millones de 3 lectores puede y quiere, aquí la información: 

LUNA CINEMA 
Cinco películas en Bellas Artes ¡Permanencia voluntaria! ¡Gratis! ¡Guerra, sangre y fantasía! 
23 de enero, 12 del día

Luna Cinema es un libro compuesto por cinco historias de fantasía recargada de imágenes, de ideas, de acción loca en donde los protagonistas luchar para que su universo siga existiendo. Hay algo de sexo y sangre, pero no es lo único. En “Luciérnagas Brillan en la Espada”, se descubre que el Universo ... ya no existe, pero queda un residuo y los humanos han de luchar por seguir viviendo en ese residuo; en “Historia de Gallina”, una tonta gallina dotada de poderes sorprendentes está adueñándose del mundo; en “Luna Cinema” un agujero negro está engullendo a todos los planetas, estrellas y formas de vida del Universo; En “Las Brumanosas” irrumpen nuevas e insólitas leyes de la naturaleza que están llevando al mundo al caos; y en “El Pantano de los Peces Esqueleto” la materia inorgánica quiere robarle la vida a la materia orgánica. Luna Cinema es el título de uno de los cuentos y es, también, como me gustaría que el lector viviera las historias: como extrañas películas que un día, de pronto, empiezan a proyectarse en la pantalla de plata de la Luna Llena.
 
Este libro obtuvo en 2008 el premio Nacional de Bellas Artes San Luis Potosí. La editorial Tierra Adentro lo publica a finales de 2010 y su primerita presentación será el domingo 23 de enero, en la salada Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, a las 12 de la mañana. Comentan los escritores: Verónica Murguía, Alberto Chimal, Eusebio Rubalcaba y el autor. Se puede comprar en todas las librerías EDUCAL del país (si no está, encárguenlo ahí). En la presentación también estarán a la venta mis otros tres libros:

La Noche es Luz de un Sol Negro (Ed. Ficticia, 2007. Cuento)
Guiichi (Ed. Progreso, 2008. Novela)
Embrujadero (Ed. Secretaría de Cultura de Michoacán, 2010. Cuento).



Aquí la página de Conaculta donde se puede conseguir el libro (además que en la Ghandi)


:)

viernes, 14 de enero de 2011

¿En realidad quien es el tirano?

¿Porqué se tiene sentimientos de culpa cuando no se trabaja al full?  Es como si la vida tuviera que ser sufrida para que merezca ser vivida. Esta semana me pasó. Fui al consultorio y a una clase que aún no termina, pero de la cual no tengo que planificar ni calificar. Y el tiempo que tengo libre siento una culpabilidad inmensa. Además de que me aburro en algún momento del día, pienso en las mil cosas que debería estar haciendo o peor, en porqué no se me ocurre ninguna actividad que se me haya quedado por ahí, atorada... Yo sé que siempre hay cosas por hacer, siempre se puede avanzar para no andar con las prisas después, pero también es justo que el tiempo libre sea eso: tiempo de libertad de ver al techo y contar las telarañas si eso es lo que hace feliz (en mi caso son cosillas igual de superfluas pero igual de disfrutables). Es infame cómo soy yo mi propio tirano.

 Eso. Soy yo mi propio tirano, pero como se escucha muy feo ando endilgándole ese trabajo a medio mundo. Vaya que les sale bien, tampoco les quito lo que les toca, pero me queda claro que soy yo, y sólo yo quien pareciera que disfruta con la exigencia, quien no se merece el descanso...

 Pero ya estoy poniendo manos a la obra. Porque no sólo se trata de darse cuenta. El grillete ha sido abierto... No digo que será fácil. Pero la decisión se tiene que tomar hoy o mañana, o pasado mañana, así que eso no se puede evitar. 
Aunque muy pocos entiendan el porqué de la rebelión... 

miércoles, 12 de enero de 2011

 
"Y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido"

Joaquín Sabina

lunes, 3 de enero de 2011

Racionalizaciones e Intelectualizaciones inservibles


El cáncer es un conjunto de enfermedades en las cuales el organismo produce un exceso de células malignas (conocidas como cancerígenas o cancerosas), con crecimiento y división más allá de los límites normales, (invasión del tejido circundante y, a veces, metástasis). La metástasis es la propagación a distancia, por vía fundamentalmente linfática o sanguínea, de las células originarias del cáncer, y el crecimiento de nuevos tumores en los lugares de destino de dicha metástasis. Estas propiedades diferencian a los tumores malignos de los benignos, que son limitados y no invaden ni producen metástasis. Las células normales al sentir el contacto con las células vecinas inhiben la reproducción, pero las células malignas no tienen este freno. La mayoría de los cánceres forman tumores pero algunos no (como la leucemia).

El cáncer es causado por anormalidades en el material genético de las células. Estas anormalidades pueden ser provocadas por agentes carcinógenos, como la radiación (ionizante, ultravioleta, etc), de productos químicos (procedentes de la industria, del humo del tabaco y de la contaminación en general, etc) o de agentes infecciosos. Otras anormalidades genéticas cancerígenas son adquiridas durante la replicación normal del ADN, al no corregirse los errores que se producen durante la misma, o bien son heredadas y, por consiguiente, se presentan en todas las células desde el nacimiento (causando una mayor probabilidad de desencadenar la enfermedad). Existen complejas interacciones entre el material genético y los carcinógenos, un motivo por el que algunos individuos desarrollan cáncer después de la exposición a carcinógenos y otros no. Nuevos aspectos de la genética del cáncer, como la metilación del ADN y los microARNs, están siendo estudiados como importantes factores a tener en cuenta por su implicación.

Las anormalidades genéticas encontradas en las células cancerosas pueden ser de tipo mutación puntual, translocación, amplificación, deleción, y ganancia/pérdida de todo un cromosoma. Existen genes que son más susceptibles a sufrir mutaciones que desencadenen cáncer. Esos genes, cuando están en su estado normal, se llaman protooncogenes, y cuando están mutados se llaman oncogenes. Lo que esos genes codifican suelen ser receptores de factores de crecimiento, de manera que la mutación genética hace que los receptores producidos estén permanentemente activados, o bien codifican los factores de crecimiento en sí, y la mutación puede hacer que se produzcan factores de crecimiento en exceso y sin control. 

Tomado de Wikipedia

Todo esto viene al caso porque la sombra que siempre había estado rondando, acechando, se hizo presente. No quería ni siquiera nombrarlo, pero bien dice Freud: no se puede vencer a un enemigo en absentia ni en efigie, así que ahí está: al final, mi tía sí tiene cáncer. 

Me asusta. Me preocupa. No quiero que le pase nada malo. Se que es un deseo infantil el querer que a la gente que uno quiere no le pase nada malo, pero es así. Y en estos momentos, cuando dejo de correr, de hablar, de esconderme y me doy cuenta que es real, nada funciona. Ni siquiera verlo con todos los tecnicismos que soy capaz de entender, todo con la intención de que duela menos. Lo único que queda es confiar.


sábado, 1 de enero de 2011

Propósitos de Año Nuevo

 Soy un completo cliché. Mis propósitos son totalmente típicos: comer mejor, hacer más ejercicio, bajar la pancita, terminar la tesis de una buena vez y titularme de maestría, dedicar más tiempo para mí solita, crecer profesionalmente... Pues si, ¡qué le voy a hacer! mi vida es bastante rutinaria, o tal vez no tan dramática o tan fashion como la de otras personas. Quizá tampoco escribo tan bien como para que cualquier situación comun y corriente parezca épica o, por lo menos, digna de la telenovela de las 5. 

Pero ¿quién dice cuáles son los propósitos, necesidades o sueños válidos y cuáles no? Si yo decido esforzarme para alcanzar la meta más frívola del universo, ¿tiene menos valor que si -digamos- quisiera salvar al planeta de alguna manera? No lo sé, la verdad. 

Muchas veces me he topado con quien dice que mi vida ha sido fácil, que no tiene mucho mérito lo que he logrado porque otros han tenido una vida más dura; incluso me han acusado de ser cabeza hueca (no con esas palabras, pero era la intención) por tener gustos banales, por no simpatizar con ciertas causas que muchos simpatizan, por ser políticamente incorrecta. 
Y estoy cansada. Cansada de querer satisfacer lo que otros valoran como adecuado. Ya estoy harta de correr tras la zanahoria, que, de cualquier manera, nunca alcanzo. Si he de hacer algo, que sea por mí, por esa parte de mí que necesita calorcito, que necesita amor, porque dentro de mí habita también el peor de los verdugos, aquel que me empuja a querer complacer a los demás, a buscar la estrellita al final del día. Tengo que hacerlo por esa partecita mía que con voz bajita me dice lo que necesito y que muchas veces la ignoro por pensar que son tonterías. Aunque de nuevo sea un completo cliché.