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lunes, 10 de mayo de 2010

Mamita querida


La maternidad está idealizada y sobrevalorada. Décadas de imágenes de mujeres sentadas en una mecedora junto a la ventana, con su bebé en brazos, rodeadas por un halo de luz y mirada en éxtasis... mujeres que se sacrifican, que se quitan la comidad de la boca por dársela a sus hijos, que sufren y lloran, se desvelan y madrugan, todo porque sus retoños tengan todo lo mejor... cúanto daño nos han hecho esas películas de Marga López y esos anuncios de detergentes, galletas y demás!!

Ya sé, sí hay mujeres para las que el tener un hijo es un proceso resultante de mucho pensar y valorar, y lo hacen convencidas que ese nuevo ser será un ente diferenciado, que tendrá necesidades y deseos propios. Pero son las menos. El mundo está lleno de mujeres que quieren tener un hijo para que hagan lo que ellas no pudieron hacer, o para que no hagan lo que ellas hicieron e hicieron mal, o para tener alguien que las quiera, para que las cuide en su vejez, para atrapar al padre, etc, etc.

Una de mis pacientes, que acaba de dar a luz, me dijo: "siempre había creído que las mujeres que abandonaban a sus hijos en los basureros, o afuera de las iglesias, eran unos monstruos... ahora las entiendo". La mujer está francamente desesperada, porque no puede querer a su hijo como le dijeron que tenía que hacerlo, y sufre. Sufre también porque dentro de su fantasía, el tener un hijo le iba a asegurar que tendría por lo menos a alguien en el mundo que la iba a querer sobre todas las cosas. Dudo mucho que este bebé cuando sea grande quiera a su mamá.

En una revista CM, hallé estos datos:
  • En tribus del sur de Australia, se comen a los hijos segundos, convencidos de que esto duplicaría la fuerza de su primogénito.
  • Mujeres nativas de Tazmania abandonaban a sus hijos para alimentar a sus perros de caza.
  • Madres de dos tribus de Nueva Guinea llevaban una década liquidando a sus bebés varones, en intento de prevenir que se convirtieran en guerreros y evitar así, futuros enfrentamientos.
La llorona, Medea, la madrastra del cuento... necesitamos esos mitos para hablar de esas madres que sabemos que existen pero que nos negamos a asociar con la imagen del 10 de mayo, toda dulzura y amor.

Cierto es que no todas las mamás son arpías malvadas, pero tampoco son dechados de virtudes, y el poder visualizarlas así, integradas, con cualidades pero también con defectos, ayudaría bastante a toda la confusión que a veces se siente cuando no dan ganas de regalarles nada el día de las madres.


5 comentarios:

  1. huy!!! no se porq pero hay algo q no c q q q c yo, q m movió kñón y creem q c m vinieron muchas cosas a la mente, y sentimientos encontrados por todos lados!!! ahora a trabajar sto, xq tnia otras ideas y sto m genero dudas y mil cosas!!!

    evame

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  2. lamento las molestias que esto le ocasione...

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  3. pro s bueno, esto de darse cuenta no s tan malo dspues d todo, al contrario,...
    GRACIAS!!

    evame

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  4. Eso del sacrificio materno no deja de ser un mito. No es ningun sacrificio quitarse la comida de la boca para darsela al niño, y todo lo demás. De ninguna manera es un sacrificio. Lo hacemos con gusto, por lo tanto no hay nada de qué presumir. Saludos!

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