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miércoles, 4 de mayo de 2011

Sequía mental

Llevo días intentando hacer una entrada nueva. Y nada. No me concentro. No creo tener nada interesante que decir. Quizá sea normal. Sigo durmiendo esperando despertar y que sólo haya sido un mal sueño. Pero no. No lo es.

Mientras tanto la vida sigue. La vida sigue para los vivos. Es una obviedad pero tenía que decirla. Uno se ríe, le da calor, cuesta trabajo levantarse en las mañanas, se antoja un elote con chile y limón. Todas esas pequeñas cosas que hacemos en automático, que damos por hecho, pero lo cierto es que no hay nada por sentado. Un día todo acabará y ya no habrá nada. Ni frío, ni calor, ni dolor de dientes, ni celulitis en las piernas. No habrá nada.

Alguna vez leí por ahí que la felicidad es tiempo pasado. Sólo podemos darnos cuenta que fuimos felices mucho después de serlo. Espero estar atenta para vivir al máximo mi próximo momento feliz. Es lo único que importa al final.

1 comentario:

  1. yo tambien creo el ultimo parrafo que has dicho, resume tood a la perfeccion,solamente nos damos cuenta de lo que tenemos al perderlo, que triste!

    besitos!

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Porque lo que se habla no se actúa: