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miércoles, 25 de enero de 2012

Mi lucha

Todos los días tengo una lucha con el despertador. Todas las noches pongo la alarma a las 6, pensando que a esa hora me levantaré, haré mi licuado verde, y después ejercicio. Para estar a las 8 de la mañana bañadita y tomándome mi café matutino. Pero no. La realidad es que suena a las 6, lo pongo a las 7, luego a las 8 y así sucesivamente hasta que me voy levantando a las 9:30 o 10 de la mañana.

En estos momentos no tengo obligaciones matutinas, por lo que la culpa es menos de lo que debería ser, sin embargo quisiera poder empezar mi día temprano, aprovechar mi día completamente, no estar toda adormilada siendo medio día.

Siempre he sabido que no soy una morning person, de esos que se gozan madrugando y que a las 9 de la mañana ya hicieron la mayoría de sus pendientes. No, yo soy más un vampiro. Prefiero dormirme tarde trabajando a las desmañanadas, disfruto más el café a media noche con la página en blanco por llenar a tener que pararme a las 4 de la mañana para terminar de preparar la clase. Y sí, ya se que todos los extremos son malos, solo quisiera encontrar el equilibrio.

Ya busqué mil y un tips para levantarse temprano. Todos coinciden. Pueden haber miles de estrategias, lo que hace que se cumplan es la voluntad y la motivación.

2 comentarios:

  1. Sentimiento universal, el que explicas. Hubo un tiempo en que yo me levantaba a las 7 para escribir una hora antes de ir a dar clase. Pero no duró más de dos semanas, y terminé tecleando cuando todos duermen, en esos momentos mágicos del cigarrillo a media noche con la página en blanco por llenar.

    Saludos.

    P. D.: Cuando vi este post en el blogroll de The Other Fanboy, pensé que sería algo relacionado con Mi lucha de Adolf Hitler. Curiosa -y grata- sorpresa me he llevado.

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  2. Como bien dicen, todo es cuestión de voluntad.

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Porque lo que se habla no se actúa: