el que busca encuentra

viernes, 8 de octubre de 2010

Yo soy

La línea asociativa que generó este post es como sigue: hace unos días una amiga me comentó que le habían dejado de tarea hacer un ensayo basado en la pregunta ¿Quién soy?, eso me puso a pensar aquel relato que leí alguna vez de una mujer que llega al cielo y que al preguntarle San Pedro que quién era ella decía: Soy esposa de X, soy mamá de Y, soy empleada de tal empresa... la moraleja es que nunca pudo entrar al cielo porque nunca dijo quien era realmente. De ahí, corte a: la escena de Sex and the city cuando Carrie y Miranda discuten porque la primera decidió irse a París y renuncia a su empleo; Miranda le dice que no puede hacer eso porque eso es lo que ella es, Carrie le responde "es lo que hago, no lo que yo soy". Finalmente el fin de semana tuve clases en mi formación y mi maestra comenzó presentándose como alguien a quien le encantaba cocinar y atender pacientes. 

Todo lo anterior me llevó a preguntarme si lo que me define es ser psicoanalista (tal y como lo pongo en mis perfiles) y en realidad qué es lo que forma parte de mi esencia, No sé, eso me llevó a cuestionarme qué tanto tengo para mí, qué tanto soy. 

Me fascina cocinar. Mi conocimiento es totalmente empírico y de hecho creo que me falta saber más. Pero es un gusto descifrar de qué están hechos los platillos con los que me voy encontrando a mi paso por la vida y poder reproducirlos para mí y para los míos. Me gusta ver cómo, de la nada, de ingredientes crudos, en bruto, va creándose algo delicioso. Me gusta dedicar tiempo para los demás y eso es como mejor me sale. Picar, cortar, oler, probar, saber que lo que estoy cocinando va a alimentar y a nutrir a la gente que quiero y que en cada bocado va un poco de mí es algo delicioso.  

Por alguna razón, tengo una memoria extraña, donde puedo almacenar miles de datos inútiles y superfluos. Me ha servido bastante para la escuela y mi trabajo, pero además puedo recordar miles de canciones, aún las más chafas, aburridas, intrascendentes... también me acuerdo de fechas, sucesos históricos (de todo tipo, hasta los más pop de la vida). Debería usarlo para un programa de concursos.
Me gusta viajar.Viajes cortos. Por carretera. En especial si yo soy el copiloto. Es tan relajante ir viendo los árboles a la orilla del camino, conocer pueblitos y ranchos al pasar, detenerse a comprar nieve, pan, elotes con chile y limón, chácharas de mimbre, fruta y un largo etc. Soy extraña porque me cuesta trabajo pasar incomodidades como la falta de un baño o una regadera decente, pero he aprendido a disfrutar el lugar en donde estoy. Es más rico hacerlo acompañada, pero nada me detiene si tengo que viajar a algún lugar yo sola.
Tengo amigas. Algunas muy parecidas a mí, otras muy distintas, pero todas ellas me han ido conformando, han contribuído a que sea lo que soy. Desde con las que hacíamos piyamadas, con las que compramos tenis iguales para vestirnos de la misma forma en la prepa, hasta con las que he compartido los momentos má significativos de mi vida, los buenos y los malos. Esos espejos me reflejan tantas cosas que se han vuelto parte de mí. 

Están también mis pequeños gustos y pequeñas manías que me hacen diferente: colecciono hipopótamos, no como queso, tengo que tomar café en la mañana para poder funcionar, adicta al clight de limón con agua mineral,  llorona irremediable, la encargada oficial de cocinar la cena de navidad, tengo un dislate de 5 minutos generalizado además de un despiste selectivo, me muerdo los labios cuando pienso, me muerdo las uñas para no pensar, uso miles de cremas para las distintas partes de mi cuerpo, fetichista de zapatos, digo que los muñecos de peluche son cursis mientras mis hipitos me miran a la orilla de mi cama, he empezado a amar a los grillos, soy incapaz de delegar responsabilidades pero luego me quejo de que no tengo tiempo para nada, hago ejercicio como obligación aunque me gustan los resultados ...

Tengo mucho amor para dar. Esto también es algo con lo que me encontré en estos días de reflexión. Sí, es verdad que necesito mucho amor, y lo busco constantemente. Pero también hay mucho amor en mi corazón y busco a alguien que lo quiera recibir y cuidar y multiplicar, justo como aquella parábola de los talentos. Que no sólo se estanque o lo haga a un lado porque al cabo ya tiene mucho, quiero que lo tome y lo valore como algo que no cualquiera tiene porque para poder darle mi amor a alguien tiene que pasar mucho tiempo y muchas pruebas. 

Sé que hay muchas cosas más. Pero con esto me doy una idea que no soy solamente una psicoanalista en formación, que mi vida no es eso y que aunque eso no estuviera, seguiría siendo yo. Y eso me hace feliz.  

2 comentarios:

  1. oye, ahora q lo recuerdo, tambien yo lei ese cuento d la mujer q nunk entro al cielo.... ja! tal vez por eso m esforce tanto en el ensayo!! jajaja pero igual y me pasa lo q a ella!!! jejeje kien sabe!!! :D :P

    evame

    ResponderEliminar

Porque lo que se habla no se actúa: