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viernes, 5 de febrero de 2010

de la mismísima pluma del Dr. Freud


Dentro de las cartas que Freud le escribía a Martha, su esposa, cuando fueron novios:

"Que audaz se vuelve uno cuando se sabe amado".

"Que acaso, por una vez, no puedo obtener algo más de lo que merezco".

"Para nosotros, el mundo se termina con nuestra muerte".

"La vida es dura, pero me estoy drogando con la medicina del trabajo"

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