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lunes, 22 de febrero de 2010

EXTRAÑO

¡Vaya que es una sensación extraña el extrañar a alguien!

Extrañamente, nunca habia extrañado a alguien... seriously??... Si, así es, más bien nunca me había permitido extrañar a nadie: había mantenido la distancia suficiente para no sufrir las pérdidas, me había convencido de no necesitar a nadie hasta el punto de que no importaban las separaciones, si alguien no estaba simplemente dejaba de existir, nunca había existido... sí, así de miedo tenía...

Y sigo teniéndolo, ese no se va tan fácil, aún no he tenido oportunidad de extrañarlo; sí, así como decía Woody Allen: "el miedo es mi compañero más fiel, nunca me ha dejado para irse con otro"...

Sin embargo, es mejor experimentar estas sensaciones, aterradoramente deliciosas (o deliciosamente aterradoras), que gastarme la vida acorazada, sola, y provocándome yo misma -lo que es peor- de lo que tanto me protejo.

Es extraño, muy extraño, esto de extrañar a alguien.

2 comentarios:

  1. Pues te comprendo, yo extraño a aquella que antes fui, aunque era un poco más tonta que la de ahora, por lo menos tenía más esperanzas, más ganas...en fin, aún re aparece de vez en cuando y la invito a tomar una cerveza...¡Saludos!

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  2. yo, por el contrario, no extraño a la de antes... si extraño el ser menos consciente y por lo mismo menos responsable (ahh! que bonito se sentía poder echarle la culpa a los otros), y también extraño esa tranquilidad que da el tener más esperanzas como bien dices.

    Y si, no se va del todo, coexisten, y de alguna manera es bueno que lo hagan.

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Porque lo que se habla no se actúa: